El uso de antibióticos supone un impacto sobre la flora bacteriana, patógena y colonizadora, del organismo al que se administran: seleccionan el crecimiento de cepas resistentes y pueden inducir la adquisición de resistencias a su acción por parte de bacterias inicialmente sensibles
Las bacterias resistentes pueden formar parte de la flora bacteriana de los individuos sanos (personas y animales) y encontrarse en el medio ambiente, pueden causar infecciones en la comunidad, en pacientes hospitalizados y en animales productores de alimentos y pueden trasmitirse a otros individuos y a zonas geográficas lejanas. Su existencia es un problema clínico, pero también epidemiológico y de salud pública. Ya en 2009 el ECDC cifraba en 25 000 los pacientes que mueren cada año en la Unión Europea, debido a una infección causada por bacterias multirresistentes, con un impacto de sobrecoste sanitario de 1500 millones de euros1.
Los datos más relevantes en la práctica clínica son la resistencia de Streptococcus pneumoniae (NMC) a penicilina y macrólidos, Staphylococcus aureus resistente a meticilina, enterobacterias productoras de betalactamasas de espectro extendido (BLEE), así como el aumento de cepas de Klebsiella multiresistente (a cefalosporinas de tercera generación, a fluorquinolonas y a aminoglucósidos), de Escherichia coli (EC) resistente a cefalosporinas de tercera generación, de EC resistente a fluorquinolonas, y el aumento de resistencias ligadas a carbapenemasas2.
En España existe un alto consumo de antibióticos; en 2014 ocupa el undécimo lugar de mayor consumo entre los países europeos, considerando solo los datos relativos a consumo de antibióticos en la comunidad y obtenidos con receta oficial financiada por el Sistema Nacional de Salud (SNS), es decir, no incluye la prescripción privada, automedicación ni consumo hospitalario3. Y la tendencia no es favorable, pues en 2014 ha experimentado un ligero aumento (21,6 DDD por mil habitantes y año) tras haber disminuido en años previos (18,0 en 2001-2002)4 (Figura 1). El consumo también es alto en la población pediátrica5,6.
Figura 1. Tendencia del consumo de antibióticos en España desde 1997 a 2014. Mostrar/ocultar
Por lo que respecta a salud animal, España ocupa en 2013 el tercer lugar en Europa en consumo de antibióticos7.
Según el eurobarómetro publicado en 2013, las creencias y opiniones sobre utilidad de antibióticos frente a virus, catarros y gripe continúan siendo erróneas en un porcentaje importante de la población española8.
Paralelamente a estas altas cifras de consumo, existen altas tasas de resistencia a antibióticos2.
El Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos (PRAN)9 es un plan estratégico y de acción para reducir el riesgo de selección y diseminación de la resistencia a los antibióticos. Su elaboración e implementación da cumplimiento a la Comunicación de la Comisión Europea, del 17 de noviembre de 2011 y a las Conclusiones del Consejo de la UE, del 22 de junio de 2012 por las que se solicita a los Estados miembros que elaboren e implementen a nivel nacional, estrategias o planes de acción para contener el desarrollo de RA.
En España es la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, la encargada de llevar a cabo este proyecto que debe abordarse de una forma global, abarcando salud humana y animal y multidisciplinar, con la participación de todos los profesionales y agentes implicados. Se pretende también integrar y potenciar las iniciativas eficaces ya existentes.
En julio de 2012 se constituye el Grupo Coordinador, integrado por representantes de seis ministerios, 11 sociedades científicas, el Comité Español del Antibiograma, cuatro colegios profesionales y asociaciones profesionales. Actualmente están incorporadas al plan todas las comunidades autónomas, 61 sociedades y sociedades científicas (SSCC) y 190 expertos.
Fue aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de la Salud en junio de 2014 y en la intersectorial del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en julio de 2014.
El periodo de vigencia del presente Plan nacional es de cinco años (2014-2018).
Estos objetivos se estructuran en seis líneas estratégicas que, a su vez incluyen distintas medidas y acciones concretas dirigidas tanto a salud humana como animal (Tabla 1).
Tabla 1. Líneas estratégicas del PRAN y medidas y acciones que las desarrollan. Mostrar/ocultar
Para el desarrollo de las medidas y acciones está prevista la incorporación de los expertos que se consideren precisos.
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) es invitada por la AEMPS, a la vez que la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), a incorporarse al Grupo Coordinador en abril del 2014 y, desde entonces, como coordinadora del Grupo de Trabajo de Patología Infecciosa, asumí la tarea de representación de nuestra asociación en el PRAN.
Hasta ese momento no había ningún pediatra en el Grupo Coordinador y ya se había elaborado el borrador que iba a ser presentado al Consejo Interterritorial y en el que no se menciona nada referido a la población infantil.
A partir de esa fecha, se inicia la formación de distintos grupos de trabajo para desarrollar las medidas y acciones concretas y elaborar los documentos que las doten de contenidos. Dado que está prevista la incorporación de los expertos que se consideren precisos, se solicita la convocatoria de un mayor número de pediatras y, en concreto se solicita la participación de otro miembro de AEPap: César García Vera, como coordinador del proyecto PAPenRED.
Las reuniones mantenidas, tanto en el Grupo Coordinador como en los grupos de trabajo en la discusión de medidas y acciones y elaboración de documentos, han puesto claramente de manifiesto que la presencia de los pediatras de Atención Primaria (AP) en los mismos no solo es conveniente sino imprescindible para que estos documentos reflejen adecuadamente:
Analizando las líneas estratégicas y el ámbito de implementación del PRAN y conociendo, como miembros de AEPap, las actividades y muy diversos ámbitos de actuación de la asociación: asistencial, de formación, docente, de investigación, de información y divulgación a familias, de colaboración institucional con autoridades, organismos oficiales, otras sociedades científicas y su presencia en medios de comunicación, creemos que el papel de AEPap debe ser decisivo colaborando con las instituciones no solo en la elaboración, si no también en la puesta en marcha y difusión de contenidos entre los profesionales, los alumnos de pregrado y los especialistas en formación y en la divulgación entre padres y familias.
Hasta el momento, además de participar en la discusión de todos los documentos, porque todos han de ser aprobados por el Grupo Coordinador, los representantes de AEPap hemos participado directamente en la elaboración de los siguientes documentos:
No incluida en el PRAN pero sí como actividad desarrollada de forma paralela al mismo hemos de destacar nuestra participación en una reunión de trabajo (encuentro ARNA) con expertos europeos sobre automedicación analizando diversos aspectos de la misma y proponiendo medidas para su disminución.