El test del sudor es una prueba que forma parte del diagnóstico de confirmación de la fibrosis quística (FQ) y consiste en analizar la cantidad de cloro presente en el sudor.
La FQ es la enfermedad de origen genético más frecuente en la raza caucásica y en España la incidencia aproximada es de 1 por cada 4000-5000 recién nacidos vivos. La enfermedad se basa en la alteración del canal de cloro de las glándulas exocrinas, produciéndose secreciones anormalmente espesas. Característicamente, dicha alteración producirá en la persona afecta un sudor con alto contenido en cloro, lo que nos va a permitir mediante la medición de este electrolito en el test del sudor llegar al diagnóstico de la enfermedad.
El test del sudor determina la concentración de cloro en el sudor tras ser estimulado previamente por iontoforesis con pilocarpina. La única técnica aceptada universalmente es la descrita por Gibson y Cooke, y se basa en los siguientes puntos:
Figura 1. Aparato de estimulación eléctrica y ánodo-cátodo con los discos de pilocarpina Mostrar/ocultar
Figura 2. Electrodos colocados en cara anterior de antebrazo Mostrar/ocultar
Figura 3. Capilar en espiral para recogida de sudor Mostrar/ocultar
Figura 4. Aparato de medición de conductividad Macroduct y capilar de recogida de sudor introducido en la parte inferior Mostrar/ocultar
El test del sudor se realiza en los protocolos de cribado neonatal que incluyen la FQ en su análisis. Permite confirmar o descartar la enfermedad ante el aumento en la prueba del talón de la tripsina inmunorreactiva (TIR) y tras haber analizado en sangre las mutaciones más frecuentes en nuestro medio.
Tras la implantación del cribado neonatal para la FQ, el test del sudor ha dejado de ser una prueba rutinaria en los niños con enfermedad respiratoria o digestiva crónica con cribado neonatal normal. En la actualidad, su uso ha de considerarse en pacientes con clínica o patología sugestiva de la enfermedad, ya sea respiratoria, como la tos crónica rebelde a tratamientos, atelectasias persistentes, bronquiectasias, neumonías por Pseudomonas aeruginosa en inmunocompetentes, acropaquias…; digestiva, como íleo meconial, esteatorrea, pancreatitis recurrente o crónica, prolapso rectal…; u otras como la deshidratación con alcalosis metabólica, el retraso ponderoestatural, los antecedentes familiares de FQ, etc.
En el sudor se puede analizar la conductividad eléctrica y/o la concentración de cloro. La conductividad se determina justo después de la recogida del sudor (in situ) con el método Macroduct, su resultado es inmediato y orienta de los niveles existentes de cloro en sudor. La concentración de cloro es la determinación definitiva para el diagnóstico. En ambos métodos, el resultado se expresa en mmol/l o mEq/l.
La conductividad eléctrica es normal con cifras por debajo de 95 mmol/l. Se recomienda realizar la concentración de cloro en el caso de una conductividad por encima de 50 mmol/l.
La concentración de cloro por debajo de 60 mmol/l es un resultado normal, pero cifras de 40-59 mmol/l han de considerarse “dudosas” o al límite, por lo que deben seguirse controles periódicos, repetir el test y completar el estudio con pruebas más exhaustivas para descartar FQ, ya que hasta el 1-2% de los pacientes con la enfermedad podrían tener este resultado en el test del sudor. Es raro, aunque posible, encontrar casos de FQ en pacientes con niveles de cloro inferiores a 40 mmol/l, y algunos autores recomiendan para mayor seguridad reducir este límite a 30 mmol/l. La concentración de sodio en el sudor habitualmente es mayor que la de cloro, de forma que una relación cloro/sodio mayor de uno es otro indicador indirecto de FQ.
Dos resultados de test del sudor con concentración superior a 60 mmol/l son muy consistentes con la enfermedad.
Es importante recordar que la positividad del test del sudor no es patognomónica de la FQ, ya que en determinadas situaciones o enfermedades pueden verse falsos positivos, como el déficit de glucosa-6-fosfatodeshidrogenasa, diabetes insípida nefrogénica, hipotiroidismo, insuficiencia suprarrenal…; así mismo, se ha de tener en cuenta que, por el contrario, se puede obtener un resultado normal en un paciente afecto de la enfermedad, debido a edema de la zona estimulada, hipoproteinemia, esteroides sistémicos o desnutrición.