La calprotectina (CP) es una proteína que se encuentra en el organismo de forma abundante y ampliamente distribuida. Va unida al calcio y pertenece a la familia S100.
Está contenida principalmente en los leucocitos polimorfonucleares neutrófilos y, en menor proporción, en los monocitos y los macrófagos reactivos.
Se eleva de 5 a 40 veces en presencia de procesos infecciosos y/o inflamatorios.
Está presente en las heces, y su concentración es muy superior comparada con los niveles plasmáticos (aproximadamente seis veces superior).
Existen en el momento actual múltiples estudios de su utilización en adultos, pero faltan estudios en la infancia; sus indicaciones son la detección de infamación en el colon y sus niveles se correlacionan con el nivel de inflamación intestinal, por lo que la determinación de CP contribuye a diferenciar procesos inflamatorios intestinales de aquellos que no presentan enfermedad orgánica pero que tienen sintomatología similar.
Enfermedad inflamatoria intestinal (EII): enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa, en estas dos entidades es donde más se ha utilizado hasta el momento, tanto para medir la actividad inflamatoria, monitorizar la respuesta al tratamiento y predecir recidivas y recurrencias posquirúrgicas. En Atención Primaria estaría indicado solicitarla ante sospecha alta de EII: diarreas sanguinolentas, pérdida de peso, anemias ferropénicas no filiadas, fallos de crecimiento asociado a diarreas, fisuras o fístulas anales y ante síntomas que sugieran EII. Hay que tener en cuenta que se eleva también en infecciones intestinales especialmente en las de origen bacteriano.
Existen trabajos sobre su utilización en otros procesos sin que haya tanta experiencia como en la EII:
Existen estudios sobre su uso en alergia a proteínas vacunas no IgE mediadas, sin resultados concluyentes por el momento.
Habitualmente se realiza por el método ELISA y se necesita una pequeña cantidad de heces (unos 5 gramos).
La CP es resistente a la actividad proteolítica de las enzimas digestivas y estable a temperatura ambiente alrededor de 3-5 días.
En Atención Primaria, donde la probabilidad preprueba en general es muy baja, el test tendría utilidad si obtenemos resultados por debajo de 50-100 µg/g. Esto prácticamente nos permitiría descartar la enfermedad y evitar derivaciones innecesarias a Atención Especializada. En escenarios clínicos de alta prevalencia, como es el medio hospitalario, puntos de corte por encima de 200 µg/g aumentarían sustancialmente la sospecha de EII (probabilidades postest positivas altas), seleccionando a estos pacientes para confirmación endoscópica.