Uso racional de las pruebas diagnósticas
Para poder examinarse debe descargar todos los ficheros adjuntos de este artículo
CF
2021, vol. 14, nº 2

Evaluación logopédica de los trastornos del lenguaje en edad preescolar

Autores: López Pisón P1, Díaz Menéndez E2
1 Centro de Desarrollo Infantil y Atención Temprana (CDIAT) Portillo-Delicias. Fundación Atención Temprana. Zaragoza. (España).
2 Centro de Desarrollo Infantil y Atención Temprana (CDIAT) Portillo-Delicias. Fundación Atención Temprana. Zaragoza. (España).

PUNTOS CLAVE

  • Se realiza la valoración logopédica para, si hay prerrequisitos suficientes, iniciar un tratamiento lo más ajustado posible a las alteraciones que presenta el niño en los trastornos de la audición, deglución, comunicación o en el desarrollo del lenguaje.
  • La edad, la patología previa, el papel que juega la familia y el entorno, son fundamentales para identificar qué dificultades presenta el niño a nivel orgánico o psicológico.
  • La ausencia del balbuceo en las edades tempranas es un indicador de riesgo.
  • La comprensión precede a la expresión verbal para que el lenguaje se desarrolle adecuadamente.
  • La aparición del lenguaje es una de las características del desarrollo más importantes de los niños.
  • La recogida de información de otros profesionales y de las familias, es fundamental para la evaluación.
  • Las pruebas sirven de guía puntual, en momentos concretos para objetivos claros.
  • El conocimiento de las dificultades que presenta el niño en cuanto al desarrollo del lenguaje se adquiere día a día en el transcurso de las sesiones de tratamiento.

¿QUÉ ES LA EVALUACIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL LENGUAJE EN EDAD PREESCOLAR?

Es una de las funciones del logopeda para elaborar el diagnóstico logopédico e iniciar un tratamiento lo más ajustado posible a las alteraciones que presenta el niño en los trastornos de la audición, deglución, comunicación o en el desarrollo del lenguaje tanto en la vertiente comprensiva como en la expresiva, en función de su edad y de su patología previa.

El principal motivo de derivación a los centros de Desarrollo Infantil y Atención Temprana (CDIAT), es la dificultad que presentan los niños en el desarrollo del lenguaje. El mayor número de casos que se atienden se encuentra en el rango de edad de entre los 3 y 4 años; edades en las que las dificultades en el desarrollo del lenguaje se hacen más evidentes. Los tratamientos de logopedia en esta franja de edad suponen el 25% del total de intervenciones1.

La patología previa, así como el papel que juega la familia y el entorno, son fundamentales para identificar por parte del logopeda qué dificultades presenta el niño a nivel orgánico o psicológico, elaborar el diagnóstico logopédico y diseñar la intervención que posibilite mejorar el pronóstico.

¿CUÁNDO ESTÁ INDICADA LA EVALUACIÓN DEL LENGUAJE EN EDAD PREESCOLAR?

La evaluación del lenguaje está indicada siempre que haya alteraciones en la audición, en la motricidad orofacial, en la deglución, en la comprensión y ante la sospecha de dificultad en el desarrollo del lenguaje por la ausencia de habla o por la dificultad en la expresión oral.

Las familias acuden a la consulta de logopedia preocupadas porque su hijo o su hija no habla, no se relaciona, no atiende cuando le llaman, no muestra interés por los objetos o por las personas, hubo un parón en el desarrollo o trata de expresarse y no se le entiende, se inhibe y sufre por ello.

El lenguaje aparece y se desarrolla en los niños sin dificultades con marcos cronológicos similares. Esta aparición del lenguaje es una de las características del desarrollo más importantes de los niños, por lo que la derivación a la evaluación del lenguaje por parte de los pediatras debe darse lo antes posible ante la sospecha de dificultades y no esperar a que el niño madure o cumpla los 3 años.

Las alteraciones a nivel orgánico (auditivas, neurológicas o anatómicas) que pueden obstaculizar los canales receptivos y expresivos del lenguaje, son factores de riesgo para realizar una evaluación logopédica lo antes posible, antes de que el niño o la niña pueda iniciarse en el desarrollo del habla.

El niño, a los 3 años, construye frases con sujeto + verbo + objeto y se refieren a sí mismo como “yo” “mío”, pero mucho antes se han debido dar una serie de etapas que, si no aparecen, se establecerán como señales de alerta, porque no solo afectarán al desarrollo del lenguaje, sino también al desarrollo psicológico y social. La etapa preverbal o prelingüística, comprende los primeros 10 a 12 meses de edad. Se caracteriza por la expresión buco-fonatoria. La comunicación entre el niño y el adulto es de tipo afectivo y gestual y es el adulto quien pone palabras acompañando al gesto para estimular el lenguaje. Esta etapa tiene un valor trascendental para el desarrollo lingüístico, que se inicia con la expresión de la primera palabra, pero es importante señalar que la comprensión precede a la expresión verbal para que el lenguaje se desarrolle adecuadamente (Tabla 1).

Tabla 1. Señales de alerta. Preguntas que plantearse. Mostrar/ocultar

Diferenciar si el problema está en la falta de comunicación, en la comprensión, en la expresión o en la dificultad o ausencia de habla, para ubicar dónde se localiza el trastorno, es básico en la evaluación2.

En la comunicación humana, se requiere de un órgano receptor y emisor del mensaje. Alteraciones auditivas o en el aparato fonoarticulador pueden obstaculizar el desarrollo del lenguaje, lo que en las edades más tempranas se puede identificar con ausencia del balbuceo.

¿CUÁLES SON LOS DATOS QUE HAY QUE VALORAR?

Recogida de información

El logopeda requiere unos datos previos obtenidos de los profesionales médicos que han derivado el caso (pediatra de Atención Primaria, neuropediatra, gastroenterólogo, otorrino, foniatra), de los profesionales que atienden el caso en entornos educativos (orientadores, tutores, maestros de audición y lenguaje, maestros de pedagogía terapéutica, profesionales de escuelas infantiles), así como de los profesionales dentro del propio CDIAT que intervienen con el niño o la niña.

Anamnesis

Recogida de datos a través de una entrevista con la familia, en torno a factores prenatales, perinatales y posnatales, antecedentes familiares, antecedentes personales del niño en cuanto a salud, al desarrollo psicomotor, la progresión de la alimentación, el sueño, así como al desarrollo del lenguaje en las etapas anteriores. El desarrollo del vínculo con las figuras de apego, la mirada conjunta, el interés por los otros para comunicarse, la comprensión y la expresión verbal, gestual y facial y el desarrollo propio del habla y de la expresión oral, así como la implicación y posibilidades de la familia, son aspectos fundamentales que el logopeda tendrá en cuenta en su evaluación. Toda esta información se completa con información adicional que el logopeda recoge sobre datos concretos que puedan influir en la evolución del lenguaje3.

Los aspectos que hay destacar en esta primera entrevista para el logopeda son:

  • El diagnóstico principal como causa de las dificultades en el desarrollo del lenguaje.
  • El retraso en el desarrollo psicomotor, que puede influir en el desarrollo y el ritmo del habla, así como en la lentitud del procesamiento de la información y en la capacidad de reacción.
  • Las dificultades en la progresión de la alimentación, donde habría que descartar la disfagia con valoración específica.
  • El vínculo, la relación con los objetos y las personas, el juego y la socialización que podría ser la causa de las dificultades en la comunicación y donde se debería realizar un diagnóstico diferencial con el trastorno del espectro autista (TEA).
  • La evolución y desarrollo del lenguaje desde el periodo prelingüístico hasta el momento actual.

Observación

Observación del niño en una primera sesión, para detectar aquello que obstaculiza el normal desarrollo del lenguaje. Esta sesión se realiza solo con el niño, aunque en ocasiones puede ocurrir que haya una dificultad en la separación del adulto que acompaña al niño, por lo que, en estas situaciones, el adulto permanece en la sesión, ya que es crucial que en este primer momento el niño o la niña pueda estar tranquilo y sentirse seguro.

Se observa la actitud del niño en la sala y se valora en función de su edad y de sus capacidades, el interés que muestra por los materiales y por las personas que interactúan con él. En esta sesión se pone en juego la aceptación o no del niño a la intervención, por lo que se ofrece un espacio lúdico y de disfrute que facilite el deseo de regresar a la siguiente sesión.

En el desarrollo de la actividad o actividades que se realicen, se observará si se encuentra tenso o inhibido, o si por el contrario se muestra activo y participativo. Se detecta si presenta dificultad en la percepción y discriminación visual y auditiva, si hay o no hay lenguaje, si comprende o presenta dificultades, si se expresa con palabras o frases y de qué modo se expresa, si conoce el nombre de los objetos y si los asocia, se observan sus expresiones faciales, así como sus habilidades y sus dificultades motoras, tanto a nivel global como en motricidad fina y se explora la sensibilidad y motricidad orofacial.

Antes de iniciar la intervención logopédica deben darse unos prerrequisitos mínimos que permitan abordar las sesiones, en cuanto a la atención y el interés por la comunicación que muestra el niño (Tabla 2).

Tabla 2. Prerrequisitos. Mostrar/ocultar

Si en esta fase de observación se verifica que no hay atención y comunicación suficientes, no se puede realizar una intervención logopédica de manera directa, por lo que se priorizará un trabajo centrado en el interés del niño para fomentar el intercambio comunicativo, con el apoyo desde otros espacios de intervención como psicoterapia o psicomotricidad.

Cuando en esta fase el niño muestra atención y comunicación suficientes, se procede a la evaluación de los diferentes aspectos del lenguaje.

Evaluación orofacial

La evaluación orofacial tiene como objetivo localizar si el niño presenta alteraciones anatómicas en los órganos bucolinguofaciales, que puedan ser causantes de las dificultades en el habla y la alimentación (Tabla 3).

Tabla 3. Exploración bucolinguofacial. Mostrar/ocultar

APLICACIÓN DE PRUEBAS EN EDAD PREESCOLAR

Evaluación de la discriminación auditiva y fonológica (EDAF)

Es una prueba para la detección de la discriminación de los sonidos para niños de 3 a 7 años (Figura 1).

Figura 1. Evaluación de la discriminación auditiva y fonológica (EDAF)4. Mostrar/ocultar

Consta de 5 partes, 3 de ellas con apoyo visual de las imágenes:

  • Discriminación de sonidos del medio (DSM), con 15 ítems en los que el niño señalará qué sonido ha escuchado entre 4 imágenes.
  • Discriminación figura-fondo auditiva (DFFA), con 7 ítems, el primero de ellos de demostración. El niño escucha dos sonidos simultáneos que señalará entre 4 imágenes (Gallo/Frenazo).
  • Discriminación fonológica de palabras (DFP) con 43 ítems, los dos primeros de demostración. El niño señala la imagen de la palabra que escucha entre dos que se diferencian de un fonema (Cuna/Luna). Se puntúa también la repetición (Figura 2).

Figura 2. Discriminación fonológica de las palabras4. Mostrar/ocultar

Las otras dos partes se escuchan sin apoyo visual:

  • Discriminación fonológica en logotomas (DFL) con 30 ítems; los dos primeros de demostración. Los logotomas son grupos silábicos libres de significado. Después de escucharse cada estímulo, formado por tres logotomas, el niño contestará si las tres sílabas son iguales o hay alguna diferente: (PA BA BA; DA DA DA).
  • Memoria Secuencial Auditiva (MSA), con 15 ítems, incluyendo uno de demostración. Son secuencias de 3 hasta 5 palabras (Mesa-Agua; Luna-Casa-Silla; Melón-Sandía-Uva-Limón; Loro-Vaca-Mono-Perro-Gato).

Examen Logopédico de Articulación (ELA)

Evalúa el grado de dominio de los diferentes fonemas en sus tres modalidades: lenguaje repetido, lenguaje dirigido y lenguaje espontáneo. Es aplicable, de manera individual, a partir de los 2 años. Su tiempo de administración es variable, entre 15 y 25 minutos. Consta de 126 dibujos de imágenes distribuidos en 42 láminas, que contienen los fonemas y grupos de fonemas en sus diferentes posiciones de articulación.

Registro Fonológico Inducido (RFI)

Evaluación fonológica en expresión inducida y repetición, para niños de 3 a 7 años (Figura 3). Consta de 57 tarjetas con dibujos. Al final se exploran de forma aislada los fonemas o sílabas que fueron erróneos incluso en la repetición de las palabras.

Figura 3. Registro fonológico inducido. Ejemplo de imágenes y hoja de registro5. Mostrar/ocultar

Se van comprobando los fonemas que no articula de forma adecuada, así como, las omisiones, sustituciones, inversiones y distorsiones que se producen. Se registran las peculiaridades del habla y se compara de manera cuantitativa la producción oral del niño con la de otros de su misma edad.

No obstante, se deben realizar más pruebas antes de determinar un diagnóstico, como, por ejemplo: comprobar la estructuración de frases que realiza, medir su vocabulario, explorar su lenguaje expresivo y comprensivo, valorar su lenguaje espontáneo.

Prueba Lenguaje Oral Navarra Revisada (PLON-R)

Es una prueba para evaluar el desarrollo del lenguaje oral de los niños entre los 3 y 6 años de edad (Tabla 4), teniendo en cuenta los diferentes niveles del lenguaje:

Tabla 4. Evaluación de los niveles del lenguaje en edad preescolar. PLON-R6. Mostrar/ocultar

  • Forma: evalúa los niveles fonológico y morfosintáctico: pronunciación, uso del género, número y estructura de la frase en longitud, nexos y tiempos verbales.
  • Contenido: evalúa el nivel semántico, es decir; el significado de las palabras. Hace referencia al vocabulario, clasificaciones, seguimiento de órdenes y preguntas.
  • Uso: evalúa el nivel pragmático, cómo utiliza el lenguaje para comunicarse, caben destacar algunos aspectos como la entonación, el ritmo y el apoyo gestual.

Se puede completar una evaluación con otras pruebas de conceptos básicos: Test de conceptos básicos de Anne E. Bohem o la Prueba de cribado de conceptos básicos para Educación Infantil de Jesús Jarque. La adquisición de estos conceptos amplía el vocabulario y favorece la comprensión del lenguaje.

Las pruebas pueden servir de guía para la intervención logopédica, pero es a lo largo del tratamiento, sesión tras sesión, a medida que se consolida la relación entre el logopeda, el niño y su familia, cuando se adquiere mayor conocimiento de las dificultades y de los avances que van sucediéndose, por lo que se hace uso de las mismas de manera puntual y con objetivos concretos, ofreciéndose al niño de un modo atractivo y en un ambiente relajado.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Memoria Fundación Atención Temprana 2019. En: Fundación Atención Temprana [en línea] [consultado el 21/06/2021]. Disponible en: https://atenciontemprana.org/archivos/MEMORIA2019.pdf 
  2. Gallardo JL, Gallego JL. Manual de logopedia escolar, un enfoque práctico. Aljibe; 1995.
  3. Aimard P, Abadie C. Intervención precoz en los trastornos del lenguaje del niño. Masson; 1992.
  4. Brancal MF, Ferrer AM, Alcantud F, Quiroga ME. Evaluación de la discriminación auditiva y fonológica. El Casar: Ediciones Lebón; 1998.
  5. Juárez Sánchez A, Monfort M. Registro Fonológico Inducido. Madrid: CEPE Editorial; 2010.
  6. Aguinaga G, Armentia ML, Fraile A, Olangua P, Uriz N. PLON-R. Prueba de Lenguaje Oral Navarra - Revisada (b). Madrid: TEA Ediciones; 2004.

Lecturas recomendadas

Se presenta una revisión teórica actualizada de la definición, los criterios diagnósticos, las propuestas de clasificación, la etiología y la evolución del trastorno específico del desarrollo del lenguaje (TEDL).

  • Castro Rebolledo R, Girado Prieto M. Trastorno específico del desarrollo del lenguaje: una aproximación teórica a su diagnóstico, etiología y manifestaciones clínicas. Rev Neurol. 2004;39:1173-81.

Expone el desarrollo normal del lenguaje del niño en sus aspectos neurobiológicos y psicolingüístico. La segunda parte está dedicada a describir los métodos de evaluación y diagnóstico.

  • Narbona J, Chevrie-Muller C. El lenguaje del niño. Desarrollo normal, evaluación y trastornos.  Barcelona: Masson; 1997.

En este trabajo se intenta determinar la incidencia de diferente sintomatología en los dos primeros años de vida de niños que posteriormente se diagnosticaron de autismo o TEL, y confirmar o no los datos que indican un patrón de inicio del trastorno diferente para ambos grupos.

  • Martos-Pérez J, Ayuda-Pascual R. Desarrollo temprano: algunos datos procedentes de autismo y el trastorno del lenguaje. Rev Neurol. 2004;38:39-46.

Aborda la logopedia con un enfoque científico gracias al trabajo de todos los especialistas involucrados en este tipo de patologías. Esta nueva edición incluye las aportaciones más recientes de la psicolingüística y de las ciencias neurocognitivas, y su concatenación con las nuevas tecnologías. Actualiza todos los contenidos e incorpora nuevos datos acerca entre otros, de la evaluación del lenguaje oral en el niño, la disfagia y los trastornos de la comunicación.

  • Peña-Casanova J. Manual de Logopedia. 4.ª edición. Barcelona: Masson; 2013.

En la colaboración de A. M.ª Gotzents Busquets, el capítulo 5 desarrolla cómo se realiza la evaluación logopédica del lenguaje oral: entrevista familiar, etapa preverbal, fonética y fonología, evaluación de la morfología, sintaxis, semántica y comunicación. 

  • Puyuelo C, Rondal JA, Wiig EH.Evaluación del lenguaje. Barcelona: Masson; 2000.

El presente artículo aborda la conceptualización de las deficiencias del lenguaje infantil, tipo trastorno del lenguaje, dando cuenta de las diferentes denominaciones y equivalencias, a veces equívocas, de esta categoría de análisis.

  • Rodríguez GE, Orozco SP, Rodríguez Y. Deficiencias del lenguaje infantil. Tipo de trastornos del lenguaje. Arete; 2016.

El autor expone el marco referencial sobre el lenguaje, desde su origen y previos, pasando por el primer año y la etapa de adquisición

  • Rondal JA. El desarrollo del lenguaje. Barcelona: ISEP Universidad; 1999.

Cómo citar este artículo

López Pisón P, Díaz Menéndez E. Evaluación logopédica de los trastornos del lenguaje en edad preescolar. Form Act Pediatr Aten Prim. 2021;14;73-82